La mayoría de los ministerios nombran a personas para puestos de responsabilidad, pero no las preparan para ellos. Por eso verás muchos daños, accidentes, meteduras de pata y errores por parte de los líderes.
Pero antes de conseguir construir un departamento, primero hay que construir a su líder, porque la calidad de cualquier organización depende de la calidad de su líder. TODO FRACASA O TRIUNFA EN FUNCIÓN DEL LÍDER. Si el líder es fuerte, el ministerio será fuerte, pero si el líder es débil, ¡el ministerio será débil! Por eso es importante que seas entrenado y equipado para convertirte en un líder según el corazón de Dios.